Después de haber convivido con varias pandillas en Querétaro, (muchos de los cuales hasta le fecha sigo en contacto) me pregunte ¿Por qué no realizar una investigación sobre éstas? Total, tenía poca o mucha madera de donde cortar, ya que cuando nos reuníamos en varios recintos de alguna localidad aledaña para acudir a algunas tocas de Ska, reggae o rap, me di cuenta que lo que une a todas éstas tribus urbanas no es su rareza o su nula comprensión que tienen de una sociedad que todos los días va en decadencia, si no sus ímpetu de celebrar la vida a su manera y desde su perspectiva ¡Y que mejor que hacerlo acompañado de la música!.
Música que a su vez trasciende en las mentes de los presentes, ya sea por su melancólica letra llena de verdad, o por su fuerza e invocar a los residentes a bailar a saciar tu alma pandillera y rebelde, (claro de una manera amigable), porque todos están en ese lugar con el mismo objetivo de divertirse y convivir, a un que los ideales sean otros.
Entre puñetazos, jalones y patadas, todos y cada uno de los presentes se divierte bajo las altas notas de los instrumentos musicales que incitan a la violencia, pero de una forma racional, si necesidad de amedrentar a otra persona.
Pareciendo sardinas danzar en espiral al igual que las hormigas, dentro del llamado “Slam” no importa si eres punk, hippie, skate o metalero todos y cada uno de los golpes que te den tienes que entender que no fue intencionado, si no el fervor del momento.
La percepción que se tiene sobre estas tribus urbanas es muy relativa e indignante, ya que a menudo son comparados con animales feroces por su irracionalidad a la hora de actuar o desenvolverse en el exterior, sin saber que las mismas actitudes, desigualdades y reproches sociales que tiene el resto de la población a este tipo de agrupaciones, los orilla a actuar de cierta manera en público, sin justificar nada.
Tras realizar unos avances sobre como las tribus urbanas se comunican entre si y los códigos que utilizan tanto en el lenguaje, señas y en la vestimenta, me he dado cuenta que las tribus urbanas que yacen en el Estado de Querétaro tienen un brebaje cultural que han adquirido al pasar de los años, misma que las define y representa como “Tribus urbanas o contraculturas”.
Foto sacada del sistio Tumblr: https://www.tumblr.com/likes
Si bien, muchos de los sociólogos y autores que han escrito sobre el tema de las subculturas aseguran que:
“Las tribus urbanas o culturas juveniles, como algunos autores las han definido, son un fenómeno localizado, en sus comienzos, en las grandes conglomeraciones demográficas urbanas como consecuencia de un nuevo actor socia”. (C.B.G. la juventud.)
Estos sectores antisociales o anticulturales según los termino utilizados para referirse a estas agrupaciones de jóvenes que rondan desde los 15 a 30 años, son identificados por compartir vestimentas, valores e ideología que a su vez la diferencia sobre las otras pandillas existentes en el Estado.
Y llegó a la misma conclusión, este tipo de fenómenos sociales son provocados por la existencia de criterios marcados por la nula inclusión y la exclusión que se tiene de estos individuos, quienes encuentran en estas subculturas una forma de desenvolverse a su manera, ya que dentro de estas agrupaciones, no serán señalados ni juzgados por sus compañeros como en el exterior.
Misteriosa utopía 